Cada matí, o més aviat matinada, ens aixecàvem en mig d'aquest meravellós paisatge africà sota l'atenta mirada de la lluna.
I ens posàvem en dansa a desmuntar les tendes, recollir i esmorzar, doncs un llarg camí ens esperava.
Este era nuestro despertar.
Cada mañana, más bien madrugada, nos levantábamos en media de este maravilloso paisaje africano bajo la atenta mirada de la luna.
I nos poníamos en marcha a desmontar las tiendas, recoger y desayunar, pues un largo camino nos esperaba.
Cada mañana, más bien madrugada, nos levantábamos en media de este maravilloso paisaje africano bajo la atenta mirada de la luna.
I nos poníamos en marcha a desmontar las tiendas, recoger y desayunar, pues un largo camino nos esperaba.